Me gusta robarle a la gente trocitos de alma, desde la distancia y sin que se den cuenta. Plasmar unos segundos de un capítulo de sus vidas que para ellos, quizás, no sea importante, pero mis ojos han sido capaces de ver lo hermoso que hay en él. Clic
Tengo una colección de miradas huidizas, de sonrisas cómplices, de gestos de admiración o concentración frente a algún libro, de felicidad de una madre, de paz sobre la hierba o en cualquier lugar bañado por el sol, de ojos tristes, de sonidos de besos, de ojos curiosos de un niño ante todo. Vidas. Almas. Clic.
Teofrezco la colección de cánticos de pájaros que escucho los días soleados por las tardes, y el sonido de las olas escondido en una concha de mar de la última vez que vi el océano, para que sientas paz cuando oigas tormentas. Y el sonido demi risa también, si te gusta.
Te ofrezcomicama por las noches, que duerme enfrente de un balcón grande y sonriente, que le muestra su amplia sonrisa de dientes blancos a la luna noche tras noche, aun que alguna vez que otra le ha dado plantón, pero no le importa… el sigue haciéndolo porque sabe que así otro día saldrá para poder guardarla, enviármela y que yo pueda regalártela, para que me recuerdes aunque no me tengas cerca y para cuando no quieras tenerme.
La encantaba sentir el roce de las cuerdas de acero en los dedos, incluso el dolor de las llagas de después y ver como la dejaban marcas lineales surcándole la piel. Observar cómo los folios se iban desplazando lentamente hasta caerse al suelo por el retumbar de las ondasy, sobretodo, sentir cada notamusicalen el estómago, como un golpe de calor extraño sacudiéndole las entrañas, como sonido que empuja por salir. Sobretodo lavibraciónde la notaRE, que la hacía encoger el estómago, pero de una manera placentera.
Porque hay cosas que no se pueden decir ni con todas las palabras del mundo, aunque tu profesor de lengua se empeñe en hacerte creer que si cuando le dices que no sabes como explicar algo. Porque hay cosas que una cámara fotográfica no puede captar, ni podrá hacerlo nunca. Porque hay cosas que solo se pueden decir con laMúsica.
Te estoy hablando de sentimientos.
Y sobretodo le encantaba sentir la paz de su ser cuando pulsaba las cuerdas sin parar, aunque las yemas de los dedos le ardieran y estuvieran al rojo. Esa descarga de adrenalina, o de nervios, o de lo que sea. Nada importaba ya. Desconectaba. Flotaba.
Todo desaparecía y solo existían ella y ella. Ella y la música. Solo laMúsica.
La mujer de la foto sonreía, pero en su mirada se reflejaba el dolor. Felicidad finjida. Labios sujetados por grapas invisibles a cada lado de sus mofletes marrón viejo. Porque la antigüedad de la fotografía con sus esquinas como quemádas no dejaba el paso al color.
Quizás ella estuviera llorando en silencio el gruñir de su estómago vacío, o un amor perdido en la guerra, mientras esperaba su regreso intentando parecer fuerte ante los demás.
Sí, seguramente, fuera eso. Pero a pesar de todo:Sonreía.
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Minicuento para un concurso. Deseadme suerte :)
... No quiero estar ni un momento lejos deTI ... ... Quieroque nuestras narices se rocen ...
Lo último que puede perder un payaso es susonrisa. Si la pierde, lo ha perdido todo. Y su existencia se tornará a limitarse en tardes soleadas y tristes buscando la mísera compañía de su propia sombra, en sueños con globos decoloresen sus manos, en buscar la sonrisa de algúnniñoque pasara por su lado y se detuviera por su gran sonrisa roja, por cambiarle el agua a laflorde su peto de colores por no ser nunca utilizado para la clásica broma, con el estómago vacío por no poder llenarla derisasde gente pequeñita y de personas grandes con arrugas en la cara también, de ir a la tintorería dos veces por semana porque su ropa está deprimida y tiene que volverla de color, y por cubos derubiksin resolver, sin tener a nadie que le ayude a hacerlo.
No, un payasono puede vivir en soledad. Un payaso se sustenta de tu risa, de tu ilusión y de tus ganas de ver que es capaz de hacer. Si no tiene a nadie con quien jugar, entretener o hacer sonreír, se le borrará la suya propia y…lo último que puede perder un payaso es su sonrisa. Si la pierde, lo ha perdido todo.