
A Sunny le gustaba imaginar que las estrellas en realidad no eran estrellas, sino que eran las luces de las farolas, los bares y ventanas encendidas de una ciudad paralela... y que existía una niña como ella...¡Pero al revés!
Se llamaba Ynnus, y si su pelo era rojo como el fuego el de Ynnus era azul como el agua; si sus ojos eran del verde claro de la hierba, los de Ynnus eran oscuros como la noche; si su cara estaba salpicada de pecas saltarinas, a Ynnus nunca le encontraras una en todo el cuerpo, pero si un pequeño lunar al final de la espalda que Sunny, nunca, nunca, tendría...y que al igual que ella, Ynnus pensaba que su mundo no eran estrellas, sino lo que en realidad era: farolas, bares y ventanas encendidas... y que existía una chica como ella... ¡Pero al revés! =)